La caja de cambios automática se ha convertido en un hábito para muchos automovilistas. Sencilla, cómoda y ahora eficiente, esta tecnología tiene muchos argumentos para convencer incluso a los más reticentes.
Diferencias entre cajas de cambio manuales y automáticas
Más de uno de cada cuatro coches nuevos en Europa está equipado con una transmisión automática. En Estados Unidos y Canadá, las transmisiones automáticas representan el 95% del mercado… Los automovilistas franceses son ahora especialmente sensibles a los encantos de la transmisión «automática». Entre 2010 y 2018, pasaron del 9% al 33% a hacer esta elección para sus vehículos nuevos. Este auge está impulsado tanto por los coches eléctricos (más adelante) y los híbridos como por los vehículos de combustión…
Con un coche automático, ya no es necesario cambiar de marcha, la caja de cambios automática lo hace todo por sí misma, señala el concesionario de coches segunda mano en Murcia Crestanevada. La palanca de cambios sigue estando presente (aunque a veces se sustituye por un pomo), pero, por supuesto, es menos útil que en una caja de cambios manual. En general, una caja de cambios automática consta de 4 posiciones: aparcamiento (P), punto muerto (N), marcha atrás (R) y avance (D). Algunos coches con caja de cambios automática permiten cambiar al modo semimanual, conocido como modo secuencial. Esto puede ser muy útil al adelantar rápidamente o al conducir por carreteras de montaña, por ejemplo, para aprovechar al máximo el frenado del motor al conducir cuesta abajo. En este caso, sólo hay que empujar la palanca de forma brusca para cambiar de marcha y tirar de ella para reducirla.
LAS VENTAJAS DE UNA CAJA DE CAMBIOS AUTOMÁTICA
La primera ventaja de una caja de cambios automática es que ya no tienes que preocuparte de cambiar de marcha. Esto puede parecer trivial, pero es una ganancia evidente de comodidad, especialmente cuando se conduce en el tráfico y en los atascos de las ciudades. Es mucho menos cansado no tener que cambiar de marcha con frecuencia. La pierna izquierda (especialmente) y la mano derecha ya no están involucradas. Las cajas de cambios automáticas también son tranquilizadoras para los conductores que no siempre se sienten cómodos al volante. Evitan que se cale o que se cambie a una marcha equivocada. También le permiten concentrarse en la conducción y mantener las dos manos en el volante.
Otra ventaja es que desde 2017 se puede hacer el examen de conducir con un coche equipado con caja de cambios automática. Esto supone un impulso para este tipo de transmisión, ya que reduce el número de horas obligatorias antes del examen a 13 en lugar de 20 con una caja de cambios manual. Por supuesto, esto también ofrece la ventaja de conseguir un ahorro significativo, especialmente para los conductores jóvenes. Una vez obtenido este permiso de caja de cambios automática, es posible seguir un curso de formación de 7 horas para obtener el derecho a conducir un vehículo con caja de cambios manual. Esto es posible después de un período de 6 meses, sin tener que hacer un nuevo examen práctico.
En cuanto al mantenimiento mecánico, hay menos preocupaciones. No es necesario el mantenimiento ni la reparación del sistema de embrague. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los BVA necesitan que se les cambie el aceite con más regularidad que los BVM, generalmente cada 60.000 a 100.000 km.
¿Y EN EL FUTURO?
No cabe duda de que el porcentaje de coches equipados con cajas de cambio automáticas seguirá aumentando y, si nos fijamos en el coche eléctrico, se avecina una nueva revolución. Con este tipo de motorización, ya no se planteará la cuestión de la transmisión. En los coches eléctricos no hay embragues, ni cajas de cambio automáticas con convertidores de par hidráulicos o embragues dobles robotizados. Los coches eléctricos tienen una caja de cambios, pero sólo tiene una caja de cambios, es decir, un nivel de par. Como resultado, la aceleración es inmediata y lineal porque el motor eléctrico genera un par constante. El futuro del automóvil parece cada vez más atractivo. ¿Qué te parece?