La S1000XR de BMW apareció en el mercado en 2015 para reforzar la gama S1000. Motor de cuatro cilindros de la S1000R, chasis transversal de la S1000RR, electrónica de a bordo común. La S1000XR es una especie de SUV de dos ruedas, evoca escapadas, viajes, destinos lejanos siendo al mismo tiempo una reina del asfalto, una deportiva civilizada por su posición de conducción. No cabe duda de ello, dada la ficha técnica que se detalla a continuación. En resumen, 160 CV a 11.000 rpm y 112 Nm a 9.250 rpm de par motor. Un motor explosivo en lo alto del cuentarrevoluciones, un equipamiento de suspensiones y frenos de alta gama y un sinfín de ayudas a la seguridad, parece que estamos hablando de la hoja de especificaciones equivocada, pero no, estamos hablando de la S1000XR, una moto que pertenece a la categoría Adventure-sport y no a la Trails u otras motos deportivas. Claramente, estas cifras sugieren un motor bastante dinámico y un alto nivel de prestaciones. Cualquiera diría que la S1000XR procede del prestigioso departamento M Sport del fabricante muniqués, a tenor de los datos mostrados. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.
Desarrollada sobre la base de la S1000R, la S1000XR tiene un chasis muy específico. Un ángulo de avance más abierto, un basculante 65 mm más largo, una mayor distancia al suelo y un bucle trasero reforzado en el maletero. Todo aquí está orientado al turismo, aunque sea deportivo, ¡pero sigue siendo turismo!
En primer lugar, la posición de conducción es muy cómoda. Una espalda recta, manillares anchos que están 13 mm más cerca del piloto y se asientan cómodamente bajo las manos, estriberas 35 mm más bajas y un asiento a 840 mm del suelo en la versión estándar hacen de la S1000Xr una moto ergonómicamente agradable.
Dependiendo de las diferentes opciones de altura del asiento y del kit opcional de suspensión baja (sin ESA Dynamic en este caso), los más pequeños de entre nosotros no tendrán ningún impedimento a la hora de pilotar esta S1000XR.
El motor es el mismo que el de la S1000R y desarrolla 160 CV. Sólo tiene diferentes árboles de levas y un sistema de escape diseñado para la norma Euro 4. Es suave y par en la parte baja y media del cuentarrevoluciones y rinde al máximo a 8.000 rpm. Un cóctel de explosividad, rabia y el devastador estruendo que sale de la pipa aumentarán aún más el placer que se siente. El excelente Shifter Pro (opcional) permite realizar cambios rápidos con el acelerador totalmente abierto al subir o bajar de marchas. Una delicia en este caso. En condiciones más sinuosas o de turismo, este motor es muy suave y responde al menor giro de la empuñadura derecha. Como vimos en Mettet, una S1000XR bien educada está lejos de ser ridícula, y te permitirá volver a tu ciudad por carretera. ¿El pastel y comérselo también?
Hablemos de las ayudas a la conducción integradas de la S1000XR. No queremos entrar en detalles sobre todos ellos, lo que nos llevaría dos días. Pero queremos hablarte de su funcionalidad y de cómo te ayudan en el día a día, no sólo en modo carrera o cuando sales a rodar con tus amigos.
Los modos Rain, Dynamic, Dynamic Pro y Road interactúan entre sí, pero sobre todo con la suspensión (ESA Dynamic), el control de tracción DTC y el ABS Pro. Para que te hagas una idea de esta interacción, en el modo Dynamic, los frenos se benefician de una intervención retardada del ABS y un análisis de la posición del acelerador, de la inclinación de la moto, de la posición de las suspensiones y de todo el conjunto hace que pases por la curva con un nivel de seguridad y eficacia difícil de conseguir por ti mismo. Difícil de juzgar sobre el papel, es muy recomendable darle una oportunidad. Búscate un trozo de carretera y pedalea varias veces con los distintos modos activados, ¡y entonces todo se iluminará! No vamos a responder aquí a la pregunta sobre el carácter absoluto y casi obligatorio de todas estas ayudas a bordo, tienen el mérito de existir, de hacer progresar tanto la seguridad como el rendimiento, no ignoremos este hecho. Demos las gracias a los ingenieros que han hecho posible que la mayoría de nosotros podamos conducir cañones de 160 CV con confianza bajo la lluvia o en otras condiciones complicadas. Hace veinte años, una GSX-R1100 bajo la lluvia te daba un susto cuando pisabas el acelerador. El progreso es real, los tiempos cambian, el motorista también se adapta y evoluciona.
En cuanto al salpicadero y los mandos, todo procede de la S1000R. El salpicadero del ordenador es grande y fácil de leer, y los mandos están provistos de botones a izquierda y derecha. La ergonomía es buena y no hace falta ser ingeniero para pillarle el truco. Una buena lectura del manual y un poco de práctica te ayudarán a navegar por todos los ajustes posibles. La pantalla es clara, legible incluso a plena luz del sol, y está colocada de forma ideal para que no tengas que mirar hacia abajo para obtener información. El GPS es el conocido BMW Motorrad Navigator V de Garmin, nada especial. Una toma de 12 voltios en el salpicadero te permitirá cargar tu smartphone mientras conduces. Otra gran ventaja de este desenfreno electrónico le permitirá conservar su permiso de conducir: el control de crucero. Sencilla e intuitiva, te salvará el día si te esperan trayectos por autopista. Dada la cantidad de radares fijos que hay en las carreteras hoy en día, es una gran opción.