Mientras la GSR750 vuelve a los boxes después de 6 años, la nueva GSX-S sale a la pista con renovadas pretensiones. Más potente y mejor acabado, el 750 se nos ofrece en la costa atlántica portuguesa. Un gran escenario para una máquina ambiciosa. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.
Mientras alineamos las GSXR1000 en el paddock de Estoril al final de nuestra última sesión matinal, una docena de GSXS impecablemente alineadas por el personal técnico de Suzuki nos entregan sus manillares para lo que promete ser una tarde llena de color fuera de Lisboa, entre Cascais y Sintra. El tiempo justo para quitarnos el cuero, equiparnos como mochileros y charlar con nuestros colegas suizos y portugueses que vuelven a poner sus 750 en pista para pasar la tarde. Después de un tentempié -un plato de pescado típico portugués, obviamente- llegó el momento de salir detrás de nuestro abridor, Pere, un antiguo campeón español de superdeporte. Detrás de semejante jinete, me pregunto si tendremos tiempo de contemplar el paisaje…
Hay que reconocer a la organización Moteo/Suzuki que tiene un fino olfato para elegir a sus socios, en este caso la agencia española Crom, que confeccionó un itinerario atronador y, además, un evento con las ruedas perfectamente engrasadas.
Viva y con una buena suspensión, la GSXS (r)assure
Un poco menos manga que la GSR, la GSXS se redondea aquí y allá para mostrar unas líneas obviamente inspiradas en la versión 1000 lanzada hace dos años. No pierde agresividad y gana un fifrelin de elegancia y volumen. En general, es el acabado general el que da un salto adelante en comparación con el GSR predecesor.
Obsérvese la evolución del basculante en comparación con la GSR
Al igual que esta última, la nueva moto se mantiene fiel al motor derivado de la GSXR750 de 2004. Es una elección acertada porque este molino, que marcaba el vigésimo aniversario del modelo, había sido objeto de atentos cuidados por parte de la marca Hamamatsu. A pesar de la necesaria homologación Euro4, la GSXS tiene el buen gusto de no hacerse más grande (213 kg a plena carga, como una GSR) pero se permite 8 pilotos suplementarios (114 frente a 106). Al igual que la GSR, la GSXS también es más compacta: los discos tienen forma lobulada y ahora están equipados con pinzas radiales Nissin (pinzas axiales Tokico en la GSR). La suspensión sigue teniendo un ajuste de precarga, pero se ha hecho más firme para contener los caballos extra y mejorar el comportamiento dinámico.
El tratamiento en negro de los componentes favorece el acabado general
El mayor tono de la GSXS también se beneficia de una transmisión acortada (43 dientes en lugar de los 42 de la GSR), mientras que la nueva cadena extendida ahorra 5 mm en la distancia entre ejes. Una forma sencilla y económica de mejorar la estabilidad, ¡incluso si el basculante se ha reforzado desde la GSR! De todos modos, la GSXS está equipada ahora con un control de tracción de tres etapas que puede desconectarse. También tiene un panel de instrumentos que es un calco del de la 1000.
Muchas piezas, incluido el grueso manillar, están acabadas en un noble negro mate y, como están de moda en Suzuki, la nueva siete y medio está equipada tanto con Easy Start como con Iddle Speed Control. El primero permite arrancar el motor con sólo pulsar un botón y sin necesidad de embrague, mientras que el segundo aumenta el régimen de ralentí al arrancar desde parado. En estas condiciones, todavía es posible calarse al arrancar, ¡pero hay que hacerlo a propósito!