El pasado otoño, el BMW Active Tourer Concept celebró su estreno mundial en París, pero en el Salón del Automóvil de Ginebra 2013 no podía faltar el presagio de la entrada en una clase de vehículos completamente nueva para BMW. Después de que en las últimas semanas mostrásemos los primeros dibujos de la patente del BMW Serie 1 GT para la versión de producción y algunas imágenes del prototipo, ahora volvemos a hablar del estudio, que sólo puede entenderse como un anticipo cercano a la producción.
El estudio ofrece un anticipo de cómo BMW pretende atacar a las furgonetas compactas como la Clase B de Mercedes a partir de mediados de 2014. En consonancia con las necesidades del grupo al que va dirigido, se ha prescindido del conocido esquema de tracción y, en su lugar, se ha desarrollado una arquitectura de tracción delantera, denominada internamente UKL, que permite disponer de más espacio interior y abaratar costes, aunque sacrificando cierto potencial de dinámica de conducción.
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En lo que respecta a la cadena cinemática, el BMW Active Tourer está más avanzado de lo que podría pensarse a primera vista: Además del motor de combustión de tres cilindros que impulsa las ruedas delanteras, también se utiliza un motor eléctrico síncrono en el eje trasero. Así que, al menos en el caso del concept car, estamos hablando de un modelo de tracción total superior con propulsión híbrida enchufable.
La potencia del sistema es de 190 CV, lo que permite un sprint de menos de ocho segundos a los 100 y una velocidad máxima de unos 200 km/h; sin embargo, estos valores se combinan con un consumo estándar extremadamente bajo: En el ciclo de la UE, el BMW Active Tourer con propulsión híbrida necesita menos de 2,5 litros cada 100 kilómetros. Se pueden recorrer unos 30 kilómetros únicamente con energía eléctrica.