125 vehículos autoguiados (o AGV) ayudan a los 7.000 empleados de la fábrica de Seat en Martorell. Centrarse en su trabajo diario en cifras.
Durante décadas, la robótica ha sido una parte integral de la industria del automóvil. Cortar, soldar, pintar… Numerosas máquinas se encargan de las tareas más físicas y repetitivas para fabricar miles de vehículos cada año de la manera más uniforme posible. En los pasillos de la fábrica de Seat en Martorell (Cataluña) hay 125 vehículos de autoconducción o VAG. Son nada más y nada menos que socios de los 7.000 empleados del centro. A partir de las 5 de la mañana, están contratando para realizar hasta 2.800 rotaciones hasta que vuelvan al almacén, señala el concesionario de coches Crestanevada Alicante.
Código de barras y carga útil
A lo largo de la jornada, el AGV lleva la pieza correcta al lugar adecuado. El barrido de códigos de barras y sensores se organiza a lo largo de una ruta magnética de 40 recorridos, con cajas de cambio aquí, motores allí, suspensiones allá y ventanas en otro lugar. Hay que decir que estos VAG no rehúyen la tarea con una capacidad de carga útil de 1.500 kg. Esto significa que cada día se mueven 23.800 piezas. Además, estos 125 AGVs recorren el equivalente a la distancia entre la Tierra y la Luna cada año, es decir, unos 436.000 km.
5 empleados para guiarlos
Según Seat, cada trayecto dura entre 1 y 7 minutos. Reconocibles por la luz azul que parece animarlos, los GAV no son testarudos y detienen su curso en cuanto un ser humano (o un obstáculo) se cruza en su trayectoria directa y lo señalan con una luz roja. 5 personas se encargan de velar por el buen funcionamiento del equipo GAV y pueden configurar sus parámetros de ruta y sus misiones. Desde su sala de control, conocen en tiempo real la posición exacta de cada elemento gracias a un servidor centralizado. ¿Qué gana Seat? Aumentaría la productividad de la fábrica catalana en un 25%.