Yamaha SCR950, la felicidad está en el campo

En su gama, bastante variada, la empresa de Iwata tenía que estar presente en el boyante segmento Vintage y sus variantes. Aquí, el género Scrambler de los 70 es revisitado en gran medida por Yamaha. Reconozcámoslo, no se trata de un modelo nuevo, sino más bien de una interpretación del género, basada en el conocido XV950, ya probado en nuestras pruebas anteriores, así como en su versión Racer. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.

El SCR950 ofrece un aspecto robusto

Así que, para simplificar, coges una XV950, le quitas lo superfluo, le añades un manillar grande, ruedas de radios, un asiento plano, un bonito trabajo de pintura (para la versión roja aquí probada) y ¡a rodar mi pollo!

No nos pongamos tristes, esta SCR950 es una gran moto, una de esas máquinas que dan ganas de conducir siempre, a todas partes y con una sonrisa. Es capaz de darte ganas de evadirte, de ser libre sobre dos ruedas, de ir a por la baguette y luego volver a por el periódico seguido del pollo asado del domingo, cualquier excusa es buena, de hecho. Atrévete a dejar las carreteras por los pequeños caminos (aún rodantes) y vete a ver mundo, o al menos el prado que tienes detrás…

El motor está basado en el de la XV950, 55cv a 5500rpm y un buen par de 79,5Nm a 3000rpm que no te dejará sin aliento, el bicilíndrico en V de 942cc no es conocido por su violencia sino más bien por su empuje y jovialidad.  Sobre todo porque la SCR950 está construida en acero pesado: 252Kg en orden de marcha. Agradable en pequeñas carreteras onduladas pero no para una etapa de enduro. La flexibilidad que ofrece este motor hace que la conducción sea muy agradable. No hay tensión en el manillar, no tienes que escudriñar las carreteras en busca del último modelo de radar escondido detrás del arbusto más pequeño. ¡Es genial poder montar mientras silbas!

El chasis es el mismo que el de su hermana XV, pero con algunos cambios que le dan el nombre de Scrambler. La altura revisada del asiento lo sitúa a 830 mm del suelo, lo que lo hace accesible para todos. La horquilla simple se ha equipado con fuelles adecuados. Los dos amortiguadores traseros son firmes pero justos. Los frenos hacen su trabajo de forma brillante, el ABS está por encima de todo y tiene su trabajo por hacer porque los neumáticos tienen tetones, que están en consonancia con el aspecto aventurero, pero son un dolor en carreteras mojadas. Cuando se conduce correctamente, es decir, a velocidad de crucero, esta SCR950 ofrece sus encantos, te hechiza con el Poum Poum de su motor y su carácter desenfadado, haciéndola bastante entrañable.

La caja de cambios de 5 velocidades es firme y precisa, bloqueando sus marchas con firmeza. La dirección es flexible, la maniobrabilidad es buena pero tendrás que aceptar las ondulaciones debido a los neumáticos y su diseño específico. Nada grave, el SCR950 no es un Racer…

Es una pena que no se revisaran algunos detalles antes de lanzar el SCR950. Los reposapiés son separadores de espinillas: Es imposible hacer cualquier maniobra sin desgarrarse una o las dos espinillas…Se recomienda encarecidamente llevar botas de enduro, de lo contrario mi farmacéutico estará encantado de venderle un maxi-pack de tiritas y gel contra los hematomas…Durante un paseo mañanero, mis palabrotas dignas de los mejores momentos del agente Verhaegen, número 537, resonaron durante mucho tiempo entre las paredes de mi garaje y hasta los castos oídos de los ingenieros del departamento Faster Sons debieron silbar….Eso es todo.